Nunca conocí a nadie como ella...

                Nunca conocí a nadie como ella, que supiera tropezar con tanta dulzura e insistencia. Tan de nadie y de cualquiera, esculpiendo obras de arte con cada sonrisa de diamantes (Colgate), escondida tras labios que muerden después de besar. Subida a unos tacones para poder disimular, ser la niña de los ojos grandes que a todos hacen suspirar. Libre como pluma en el aire, imposible de retener. Pompa de jabón sin pretensión a correr.  Archivaba lágrimas como facturas y pagarés, te quieros y amantes. Nubes pintadas con sus dedos al amanecer me recuerdan que hoy es el aniversario de aquello que pudo ser.

                No he visto a otra mujer, que fuera como ella, puedo jurarlo y lo haré…