La vida esta echa para cometer errores

Lecksia lo rodeó con los brazos y apretó fuertemente contra sí. No quería que Christian desapareciera de su vida. Él era parte de ella. Parte fundamental. El tren estaba a punto de partir, y los últimos pasajeros retrasados apuraban su paso para cogerlo a tiempo. Mientras en la estación el bullicio de la gente hacia casi imposible ver más allá de unos pocos metros. Despedidas de familias, parejas, amantes…Un ambiente así los rodeaba y Lecksia no quería despedirte de Christian. Él no se iba de viaje, se iba para no volver. En su propósito por dejar todo atrás, por comenzar de cero, con tan solo una maleta y un puesto de trabajo a su espera en el destino había llegado el momento de coger el tren. Lecksia era su amiga, la última que le quedaba. Tras tantos errores cometidos y su personalidad romántica, había decidido cambiar de aires. Pero eso a Lecksia no le gustaba, ella lo quería, estaba enamorada de él. Había corrido hasta la estación rápidamente al enterarse de que iba a coger el tren y no había avisado a nadie más que a su familia. Su hermana se lo había dicho tras llamar a su casa después e que los Whatsapp enviados y leídos por él no le eran contestados. Y allí lo había visto, con su maleta de ruedas y su mochila bandolera en el andén, dispuesto a subir al tren. Pero ella se lo había impedido con un abrazo, un abrazo de esos que nunca duran lo suficiente.

-¿Qué haces aquí, Leck?-Preguntó atónito dejándose abrazar y disponiéndose a abrazándola lentamente.

-No quiero que te vallas, Christian, por favor, no te vallas.

-Lecksia, necesito irme. Necesito dejar todo atrás y comenzar de cero.

-¡No!-Gritó ella en medio del andén sin dejar de abrazarlo.-Puedes seguir aquí. Junto a tu familia, a los que te quieren. Yo te quiero.

-…No es tan fácil…

-Si lo es. Inténtalo. Lucha. El pasado pasó. No arruines tu futuro Christian. Te quiero-La voz de Lecksia comenzaba a volverse cada vez más triste anunciando unas lágrimas a punto de ser derramadas.

-Lecksia, no me conoces.

-Déjame conocerte, por favor. Quédate y déjame conocerte.

-Conocerme sería un error.

-Pues déjame cometer mis errores.-Pidió ella comenzando a llorar y refugiándose en el hecho de Christian…