Terrorismo emocional

Llegas cuando ya me creía haberte olvidado. Cuando ya me había tragado mi mentira. Sin avisar, irrumpes en mi vida, trastornas mi corazón con tu sonrisa y te vas sin mirar atrás. Como un huracán. A veces reapareces en un recuerdo que soñaba tener ya olvidado, o al menos escondido en el cajón de algún archivador en la biblioteca de mí recuerdo. Guardado bajo llave, al fondo, sin iluminación y cerrado a cal y canto. Otras veces te plantas ante mí, sin hacer acto de presencia. Es tu perfume el que me ataca por la calle, en un autobús, o en algún suéter de los que llevaba contigo y se salvó de acabar como sus hermanos en un saco de ropa para no usar más. Pero da igual como llegues, pues siempre te vas igual, dejándome destrozado. Colocando una bomba con tu presencia y largándote con una sonrisa. Y es que lo tuyo es terrorismo emocional…