Un Kamikaze suicida

Ella sabía tanto de él, pero él, aunque no lo miraba así, apenas la conocía. Y la peor forma de conocerla fue cerrando los ojos al corazón y abriéndolos a la razón. Aquellas palabras pronunciadas de sus labios como saetas de fuego lo lograron. Ella no existía, había sido una quimera. Una gran actriz interpretando un papel en el que se aprovechó de él mientras lo necesitó. Él, un imbécil, un kamikaze suicida que se entregó al completo. Un enamorado…