Confianza de Revolver

            Inhalo el aire sin respirar, llegando a mis pulmones como llega el humo de un cigarro lejano, colgado de la boca de un transeúnte, en su paraguas refugiado. A mi lado las gotas caen, como caen los recuerdos en mí. Mis pies sonámbulos y taciturnos me dirigen a tu ventana. Alzo la mirada y veo tu luz apagada. Sé que no estas en casa. O si lo estas ya estas durmiendo. Y ahora como evitar el recordarte durmiendo. Tu pelo rizo sobre la almohada, tu postura de garbancito, tu rostro dulce y sonriente, porque hasta durmiendo tu sonrisa intenta escapar de la prisión de tus labios suaves y tiernos. Como no recordar lo que tanto me hacia y hace suspirar…Yo, aquí, fuera y bajo la lluvia veo al cielo, intentando olvidar tu recuerdo, pero sin querer hacerlo. Sin poder hacerlo. Tú, que fuiste y eres todo. Como quisiera poder atraparte entre mis brazos, poder abrazarte una vez más, besarte ese lunar especial. Como quisiera poder lo que no puedo más que soñar. Oler tu pelo una vez más, con su olor frutal particular. Besar tu ombligo divino. Tu nariz hermosa. Mirar tus dos enormes ojos caoba y temblar por dentro. Decirte te amo y reír por quedarme cortas las palabras para expresar cuanto te quiero. Pero tu, ya pasaste pagina, cerraste un ciclo, pusiste punto y final a un capitulo, lo que para ti fue tan fácil y para mi eres un libro no un capitulo. Sé que en otro buscaste el consuelo. En una copia barata en blanco y negro, de alguien que tiempo atrás quiso contigo lo que tu no le quisiste dar, pero que ahora, más que nunca a su alcancé tendrá. Tú, que me sustituiste en todo, en el hablar, en el caminar, en el confesar tus temores, tus miedos,  tus pasiones, tú que te fuiste para no regresar. Y yo, yo me quedé, esperando. Como tiempo atrás, perro a tus pies, pues el amar no entiende de final. Yo, te sigo amando, te sigo llorando, suspirando y recordando. A pesar de que me olvidaste, me sustituiste, de que nuestros recuerdos borraste, los detalles y regalos guardaste, y tu sonrisa pura, angelical, infantil y primaria tachaste. Tú, que sin mirar atrás, por cabezonería, orgullo o tal vez…ir en contra del amor y a favor de la corriente, tú, que como obstáculo pasajero me viste, quiero que sepas, que cuando eches la mirada atrás, aquí estaré. Aquí continuaré. Amándote. Porque cuando se entrega cuerpo y alma de verdad, como yo a ti te lo entregué, no se puede volver a amar.