Me conformaba con un “.”

Tan solo esperaba algo, un algo. No sabía el qué, pero lo esperaba, lo necesitaba y aun lo sigo haciendo. Algo que por pequeño, que por minúsculo que fuese me demostrase que seguías ahí, que existías tras esa mascara, tras ese nuevo “tú”, tan poco favorecedor y desalmado. Una prueba de que te acordabas de mí, que aún no me habías olvidado tan rápido, como el niño que olvida un capricho.  Me conformaba con un “.”, algo. Pero que empezases tú. Que tragases tu orgullo y fueras tú. No me importaba la forma. Me hubiese comido yo toda la culpa sin tenerla si hubiese sido necesario, hubiese seguido como si nada, como si todo el daño que me hiciste sin razón nunca hubiera sucedido…

               Pero no hiciste nada, ni por pequeño que fuese…Hiciste como si nada hubiese pasado, como si nunca nos hubiésemos conocido. Como si ya hubieses borrado todos los recuerdos que juntos forjamos, todos los momentos vividos, las promesas, todas las sonrisas que te robé…y ya no quedase nada de lo que nos unió. Hiciste como si nunca hubiera existido lo que hubo, y como un niño me cambiaste, olvidando adrede quien durante largo tiempo te había apoyado, aturado y cuidado en solitario.

Pero aun así, sigo con la esperanza de que algún día vuelvas…