Ha sido una decisión de tiempo decidir qué película sería la primera en llenar esta página e inaugurar esta sección, pero finalmente me he decidido por la que para mí, ha sido una película muy especial en este año 2014; no solo por el argumento y los protagonistas (Rachel McAdams es una debilidad desde siempre), si no; más bien por la persona con la que tuve el privilegio de verla en la gran pantalla, con su compañía, palabras y miradas en aquella sala inundada por la penumbra y por el aroma de palomitas y refresco…

 

“Una cuestión de tiempo”

               Richard Curtis nos presenta, el que presuntamente será su último trabajo cinematográfico con esta cinta, empapada en una máxima: "aprovecha cada día como si fuera el último", en ella podríamos resumir el mensaje de un film que enfoca los viajes en el tiempo de una manera tierna e íntima. Sin duda, Una cuestión de tiempo es una de esas escasas películas con las que puedes reís y  lloras todo el tiempo; llegando al final con una sensación de felicidad que pocas películas logran.

               El film comienza con un narrador en primera persona, el cual nos abre las puertas de su hogar y presenta a su familia, cada cual más normal y a la vez único; en especial, KitKat, quizás esta sea el personaje más importante de la película. Tras ello, nos hace una confesión de su mayor secreto, el “regalo” de su padre, el cual, es una herencia algo inusual y propia de los varones de su familia. A partir de este “regalo” el film empieza a crecer en aromas y texturas, dejándonos con pequeñas reflexiones, una de las más optimistas, y que personalmente me caló hondo, fue la de que no es tan imposible tenerlo todo; simplemente lo imposible es un poco más difícil y tarda más.

               Cabe destacar la gran interpretación de Rachel McAdams, que como siempre, impresiona en todo papel que interpreta. A los seguidores de “El diario de Noa” esta nueva Rachel le agradará sobresalientemente, pues a sus treinta y cuatro años, no solo se conserva increíblemente bien, si no; que sabe cómo interpretar sus papeles y darle una carisma y encanto a sus personajes que enamoran.

               En conclusión; quizás la clave de su encanto haya sido contar una historia normal, excluyendo los viajes en el tiempo. Pues la película nos muestra la vida de unos protagonistas normales, personas sencillas y con una única pretensión vital; vivir. Así es como durante sus dos horas, nos hace reír, llorar y soñar, junto con sus protagonistas. Y es que esa es la maestría de Curtis, hacernos parte de la historia, protagonistas sensibles. Con lo cual, al encenderse las luces y salir del cine no puedes dejar de darle vueltas a una única cosa “aprovechar cada día como si fuera el último, apreciar sus matices y aromas”.

Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=cs3WwWyxMaU