Manual para superar un Amor

Manual para superar un Amor

Prologo:

               Si has venido a parar a leer este “manual” esperando respuestas para superar un Amor, para curar tu corazón roto, o salir del pozo en el que te has visto metido/a, de antemano te aviso, no sigas leyendo. Porque amigo/a, estas más que jodido/a. Y si buscas palabras dulces y amables, lo siento por ti, pero en estas líneas, que siguen, leerás la crudeza pura y dura, sin envolturas ni bonitas palabras.

Dedicatoria:

               Este estúpido y ridículo trozo de pedazo de cacho de aborto de manual va dedicado, como no podía ser menos, a todas esas personas que ellas mismas saben. Sin cariño, ¿eh?

Mención especial:

               Todo trabajo que se precie, ha de tener una mención especial, y esta sin duda es bien merecida a aquellas personas que por falta de educación, madurez o personalidad, recurren a romper corazones y promesas, para que quede claro; la primera metafóricamente, la segunda figuradamente.

 

Primer y único capitulo:

               La única forma de superar un Amor es…(redoble de tambor)…no hay forma, porque el Amor, el verdadero Amor, no es una puta enfermedad, ni un virus, ni un examen de matemáticas para superar. No lo es. Así que sácate esa gilipoyed de la cabeza. Como la de pasar página, las paginas se pasan en los libros, no en la vida, no un romance, y toda persona con un mínimo de inteligencia y cultura, sabe que una novela no acaba en la última página, pues las historias pueden y continúan al concluir el libro, solo que no tenemos constancia de ello, ya sea porque el escritor no haya querido, podido o necesitado seguir con la historia.

Cuando hay amor, la historia no tiene final. A no ser que una de las partes no haya amado de verdad. Porque seamos sinceros y claros, Amar no tiene fin. El Amar no es como una puta pila  que se consume, ni la batería de un jodido Smathphone que dura menos que la virginidad de un adolescente hoy en día. No; el Amor no es eso. El Amor no se agota. Aunque esta sea la excusa de muchas parejas para concluir una relación. Así que si te han dado esta excusa, ten bien claro que todos los “Te amo” eran más falsos que un billete de dos euros.  Porque el verbo amar, a pesar de tener como el resto de verbos sus tiempos pretéritos, estos no son más que puro vestigio inútil de la lengua. Pero amar, implica ayer, hoy y mañana; constante y sin final. Para bien o para mal, si amamos a alguien no podremos dejar de amarlo, esto puede ser un regalo o en la mayoría de casos, debido a la falsedad de las promesas, una maldición. Y quien no coincida con esta realidad, que no siga leyendo estas líneas, pues está claro que no es de su interés.

               Y puedes intentar mil estupideces, desde el famoso “un clavo saca otro clavo”, animo, esta teoría es tan útil como intentar negar la primera ley de la física. Un clavo, nunca jamás sacará otro clavo. Por el amor de Dios, piénsalo un poco, si tu clavas un clavo y sobre ese otro, ¿cómo narices, cómo santos huevos kinders, el primero se va a sacar? Lógicamente lo que pasará es que el primer clavo se clave más y más profundo. Pero la desesperación nos vuelve imbéciles. Y es que sólo una cosa puede cambiar a las personas, el sufrimiento; el resto no nos cambia, solo nos vuelve más gilipoyas.

               Pero también puedes intentar dejar todo atrás,  mudarte de ciudad si lo prefieres así, para evitar recordar ese Amor en cada esquina, cada paso de cebra, cada banco, bar, rincón… ¿Mas, de qué te servirá? ¿Para no recordar esos momentos, esas risas en aquel banco, en aquella calle o en la terraza de aquel bar? No sé tú, pero yo no preciso estar en un lugar para recordar un momento. Por mucho que huyas, que te alejes, si has amado, esos recuerdos están en ti, en tu cerebro grabados, en tu alma o corazón, el sitio sólo depende de si eres más pragmático, espiritual o sentimental. Pero da igual el lugar, lo que importa es que ahí estará, en ti.

               También puedes pretender borrar todo lo que te recuerde ese Amor. Fotos, cartas, regalos… como si esto sirviera de algo. Estamos en lo mismo, no tener un objeto no implica perder el recuerdo. Es tan imbécil pensar así como creer que el alcohol hace olvidar. Y llegado a este punto, si pretendes emborracharte, animo, esta es la opción primaria en la cultura occidental y oriental. Vamos, en todo el jodido mundo. ¿Estoy mal? Pues que mi hígado y riñones la paguen. Muy sensato. Lo siento, pero el alcohol no hace olvidar, al igual que no hace ser sincera a la gente. Es una droga y como todas las drogas lo que hace es hacerte más imbécil de lo que ya puedes llegar a ser en pleno uso de tus facultades. Sí, hay borrachos que dicen la verdad, ya, y niños que mienten ¿y no se supone que borrachos y niños son veraces? Pues ahí lo tienes.

               Puedes buscar mil maneras desesperadas por intentar olvidar a esa persona especial, a ese gran amor, que seguramente, como desgraciadamente la experiencia dicta, se transformó en un monstruo de la noche a la mañana, sin causa, motivo, razón o explicación, aunque eso si, con muchas excusas para él o ella creíbles. Y por monstruo me refiero a un verdadero monstruo, ¿eh? no uno rollo Monstruos S.A., ojalá fueran en esa onda. No, me refiero un monstruo rollo el prota del silencio de los corderos. Puede parecer muy fuerte comparar a esa persona tan especial con un caníbal sádico y macabro, pero que diferencia habría entre este personaje y alguien que rompe unas promesas y que es capaz de matar dejando al muerto con vida, con una herida que no cicatriza y no sangra. ¿O es que por qué el muerto camine no es asesinato?

               También puedes intentar odiar  a esa persona, claro que puedes. Puedes intentarlo. Como puedes intentar saltar desde el Empire Star Building y volar. Pero la ostia que te vas a dar al llegar al suelo de Nueva York va  a ser similar. ¿Cómo pretendes odiar a alguien que amas? Es imposible. Y no imposible rollo; “lo imposible sólo tarda un poco más”; no; esto es imposible rollo que no se puede hacer. Amar implica Amar. Es un axioma bastante simple. Por mucho daño que esa persona te haya hecho o aun te esté haciendo, (y entre tú  y yo, te adelanto que  te seguirá haciendo hasta que te mueras, y si existiera vida más allá de la muerte, estas jodido/a, pues olvídate eso de “descansar en paz”) si tú la amas, olvídate de poder odiarla. Es lo bonito del verdadero Amor, dura eternamente y sin límites, así que ánimo, porque odiar no podrás. Pero tranquilo/a, podría ser… no, en esta temática peor no podría ser.

 

[CONTINARÁ]