Fragmento Tentación

Tentación

Ahí va:

Encontrar una dedicatoria a este libro va a ser complicado y engorroso. Ante todo, agradecer al lector por adquirir este ejemplar y espero que se involucre en la historia tanto como yo al escribirla…mejor no tanto. Y anhelo que llegue a dolerle acercarse a las ultimas paginas, como a mi me dolió.          

Por otro lado, gracias a las fuentes que me inspiraron para hacerlo posible y me apoyaron. Dos nombres han de ser mencionados. Erica por un lado por sus aportes y ansias de lectura, lo cual animó mucho a continuar. Huevo Kinder, por todo. Por ser motor ejecutor de la inspiración, vacuna contra el tedio y  felicidad con cada sonrisa que regalas. Sin límites. Gracias. Muchas gracias.

            También nombrar a vosotros, los que no creísteis ni creeréis en mí. No os dais cuenta, pero sois mi mayor energía, me dais fama intentando ahogarme en un pozo. Irónico, ¿no?

La tentación, del latín temptatĭo

            Al principio era solo eso, un juego…Todo comienza siendo, eso… solo un juego…

Ya lo decía Oscar Wilde, "La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella."

 

PROLOGO

 

Paris y Anethe, eran amigos. Bueno, conocidos. Se conocían de vista, debido a alguna que otra amistad común. Solo eso, nada más. Un servidor, no cree en el Destino, el Factum o el Sino, pero algo, algo hizo que todo entre ellos cambiara.

            Paris se levanto una noche, empapado en sudor, y en sus ojos, una pesadilla. En ella, su vida daba un cambio drástico. Paris era un joven de ascendencia ítalo portuguesa, afincado en la ciudad de su propio nombre. Trabajaba como camarero, algo común a sus veintiún años. Era estudiante, y tenia por delante una prometedora carrera musical con un grupo de punk rock alternativo llamada “Temptatĭo”.

            Anethe era una chica especial, directa y atrevida. Autodefinida como “traviesa”. Una semi-hedonista de los tiempos que corren. Tenía diecisiete años y acababa de salir de una relación a patadas. Su pareja la había dejado tras tres meses de relación… una relación carente de amor por parte de él pero compensada esta falta por las hormonas. Anethe seguí sintiendo algo más que pasión por su ex, pero él no buscaba nada serio ni prolongado con nadie.

            Ambos tenían una cosa en común, ambos estaban enamorados, ambos estaban no correspondidos y ambos tenían, como la luna llena que alumbra esta noche, una cara oculta de apetito, deseo y pasión. La diferencia era que Paris no la mostraba, mientras que Anethe, enseñaba el perfil de esa cara oculta, un perfil de ardor y sensualidad que tentaba con descubrirlo al completo.

 

 

 

 

05/12/12  8:03 AM

                       

            Paris se levanto y encendió su smathphone para ver la hora. Había conciliado malamente el sueño tras la pesadilla que lo azotó en medio de la noche, pero apenas había dormido tres horas desde entonces y se sentía cansado. Sus padres aun estaban durmiendo, o eso detectaba él en su transito al baño, por los ronquidos profundos de su padre. Su hermana pequeña también estaba dormida. Se quedo pensando y mirándola desde el pasillo, en la cama. Así dormida era mucho más tranquila. Aunque incluso durmiendo era bastante intranquila pensó mientras la miraba torcida entre las mantas. Maria solo tenía 7 años, y como toda la familia tenía el pelo y los ojos castaños, en contraposición con Paris, que lo tenía oscuro como el azabache y los ojos verdes claro. Paris apuró para ir al baño, ya que deseaba ducharse antes de que comenzará el transito por su casa de preparación de Maria para ir a clase.

           

05/12/12  8:36 AM

 

Anethe miró el despertador aun soñolienta. Acababa de tener un sueño muy sensual, pensó mientras se subía la goma del sujetador con el que dormía. Realmente la había excitado aquel sueño. Se colocó una camiseta blanca por encima y salió de su cuarto.

-Anethe-Su abuela- por el amor de Yahvé, ponte algo-Se santiguó señalándola. Anethe se dio cuente de a que venia aquella escenita, había salido de la habitación con la camiseta blanca, bajo la que se notaba aun los efectos del sueño y unas bragas rojas.

-Judit, no pasa nada.-Anethe nunca la llamaba abuela, era adoptada y eso le hacia tener cierto distanciamiento afectivo hacia aquella familia.

-No insultes a Dios. Ponte algo inmediatamente.-Anethe iba a protestar, a decirle que a ella Yahvé o el nombre que le pusiera a su dios le importaba una mierda, pero su padrastro apareció en el salón y se contuvo.

-Hazle caso a tu abuela.-Su padrastro, Abir, era un hombre de constitución imponente, profundamente serio y con voz desgarrada.

Anethe no protestó y se fue a su habitación a ponerse un pantalón, machando. Oyendo mientras se iba como su “abuela” decía:

-Fuisteis a elegir la peor del orfanato, parece un castigo de Yahvé.

-Lo sé madre…

 

05/12/12  8:50 AM

 

-Cariño, nosotros nos vamos ya a llevar a María.

-Ok mama,-contestó Paris entre el denso vapor de la ducha-yo me iré a trabajar en cuanto acabe. No vendré a comer.

-Vale Paris, cuídate mucho.

-Y vosotros. Ciao.

            Al rato, Paris salió de la ducha peinado y con olor a colonia. Gracias a la ducha se había despejado de la pesadilla. Solo era eso, una pesadilla, se auto-convenció.

            Cogió las llaves de casa y su cazadora de piel negra, se coloco el Ipod y los cascos y salió de la casa, mientras con el móvil enviaba un sms.

           

            “Si no tengo mucho trabajo y puedo, me paso por ahí en el recreo. Cuídate Stronza xD ”

 

           

            Paris tenía la costumbre de pasarse por su instituto, cuando tenía poco trabajo y podía escaparse para ver a sus compañeros, y en especial a la destinataria de su mensaje; Alexis. Estaba enamorado de ella desde hacia bastante ya. Pero nunca encontraba el momento oportuno para decírselo, o esa excusa se ponía él. Y menos tras empezar a salir y posteriormente romper con su último novio. Tenían una relación inusual, eran amigos íntimos, ambos igual de testarudos y con los mismos gustos, pero solo eso, amigos. Aunque en los últimos tiempos habían mantenido largas conversaciones hasta últimas horas de la madrugada, y en paseos. Paris achacó esto a la ruptura con su novio y lo mal que debía de encontrarse.

-Hola Paris. Como siempre, llegas temprano-Saludo un hombre situado tras la barra.

-Jefe, hay que llegar antes para evitar contratiempos.-Respondió Paris sacándose la cazadora y yendo al almacén para ponerse la camiseta del local. Al salir del almacén ya vestido para trabajar, Paris se sentía otro. Adoraba su trabajo. Le encantaba ser camarero, conocer gente distinta, recibir sus “gracias” tras entregar sus pedidos, ganarse sus propinas… Era un trabajo agradable a pesar de lo duro que podría resultar para el cuerpo, con un sueldo decente y un jefe que era comprensivo con sus empleados y amable. Casi un cuento de hadas.

 

05/12/12  9:47 AM

 

-Joder, la profesora no llega.-Era segunda hora de la mañana, y Anethe ya estaba estresada de las clases. Le tocaba Matemáticas y la profesora no parecía querer llegar.

-Tranquila, no te sulfures-Dijo entre risas su compañero, un joven de su edad, de cabello castaño claro y ojos miel, como ella, llamado Benoît.  

-Perdonar la tardanza, pero me entretuve.

-A saber que te estabas haciendo-Comentó picaronamente, por lo bajo Anethe riéndose con Benoît.

 

05/12/12  12:28 PM

 

-Paris, si quieres puedes ir al recreo de tus amigos, que hasta la una y media o así, no creo que levante la cosa.

-Gracias jefe. Es que la gente ya esta con las compras navideñas.-Dijo entre risas mientras se iba al almacén. No le valdría la pena cambiarse, así que se puso la cazadora por encima de la camiseta de trabajo y salió a la calle. El instituto de sus amigos, de Alexis, y el propio en el que el estudiaba por las noches, quedaba a 15 minutos de donde trabajaba. El Tears in Heaven, nombre colocado por su jefe en honor a la canción que le toca la fibra. Este local es conocido por su doble público y aspecto. Por el día una cafetería y bar con comidas, y a las noches, mesas y sillas se iban al almacén casi en su totalidad y se transforma en una sala de conciertos conocida en todo Paris por traer grupos internacionales y por permitir que en ella se estrenaran grupos de la ciudad.

 

-Pariiiissss!!!-Exclamo una chica vestida con una sudadera, escondida tras la capucha de esta, tras la verga roja del instituto.

-Buongiorno. ¿Que tal todo?

-Mal…aburrida…¿Y tu?

-Jajaja pues bien, venia a ver a Alexis y al resto.

-¿Y a mi no?-Preguntó Anethe fingiendo estar enfadada.

-Sabes que si-dijo entre risas Paris mientras se acercaban a la verja donde el estaba, un grupo de chicos y chicas que lo saludaban.-Hola chicos…

            Al lado del grupo formado a través de la verja, frente a Paris, estaba Alexis, callada, mirándolo y saludándolo con la mano con una tierna sonrisa en el rostro.

-Hola-Lo saludo mientras él se acercaba a donde ella estaba, con la verja de por medio.

-Hola-Respondió ella con una vocecilla falsa. – ¿Que tal?

-Yo bien-dijo Paris mirándola a los ojos cariñosamente sin darse cuenta.-Pero se que tu me mentiras y me dirás que estas bien, cuando a simple vista no se te ve bien.- Declaró echándole la lengua.

-No me pasa nada, estoy bien-Contesto defensivamente.

-No pregunte si pasaba algo jajaja, acabas de caer en una red que yo no tejí jaja.

-Tramposo.-Le acusó Alexis acercándose más a la verja.

-Venga, ahora es hora de que me lo cuentes-Exclamó Paris con una sonrisa.

 

05/12/12  15:23 PM

 

-Paris, si quieres puedes irte ya a comer, hasta las cuatro quedamos Vanessa y yo solos.

-Gracias Jefe-Respondió Paris yendo al almacén a cambiarse. Salió del y se despidió de su compañera de barra y su jefe. Tenia aproximadamente dos horas y media para comer y asearse antes de ir a clase. Era lunes y solo tendría una clase por la tarde.  Que pereza le daba ir para una sola clase. Decidió ir a uno de los pocos restaurantes italianos de verdad que podía encontrar en la ciudad, y de los pocos lugares en los que podría hablar una de sus dos lenguas matermas, que tanto añoraba hablar. No es que el francés no le gustará, era una lengua hermosa, siempre lo pensó, pero su alma era sentimental, como la mayoría de italianos, y en su caso, media parte italiana, el sentimiento deseaba expresarse en italiano.

 

-Bongiorno Paris, come stai? 

-Bene, ma ho una fame mortale.-Bromeó Paris sentandose en una mesa circular, cubierta a la manera italiana, con un mantel de cuadros y un jarron con flores en el centro.

-Che cosa vuoi?

-Mmm... Tutto è ricco... Datemi una pizza per favore

-Ora!-Exclamo Marchelo, el dueño del local, un italiano de cincuenta años, enamorado de la cuidad de Paris y con añoranza por Italia. Un hombre grande, de buen corazón y rostro afable.

 

            Paris salio de  L'antica Italia a las cuatro y media, así que decidió ir a casa para cambiarse, coger su mochila e irse a clase, que comenzaba a las cinco.

 

05/12/12  17:13 PM

 

-Joder, estoy harta de esta semana.

-Si acaba de empezar-Apunto Sofia, la amiga intima de Anethe, una chica delgada y alocada, con un caracter guerrero, de tez palida y cabello y ojos caoba, mientras ambas daban vueltas sin rumbo por un boulevar cercano al instituto, donde Paris estaba en clases.

-Pues fijate tú, acaba de empezar y ya me hartó.

-Eres de lo que no hay.

-Gracias cariño-Respondio Anethe dandole un beso en la mejilla a Sofia.

-¿Que hacemos?

-Nu sé, yo no pienso irme a casa aun.

-Vamos a ver si Dominique esta en el campo echando un partido.

-Venga, vamos.-Respondió Anethe sin muchas ganas. Ella solo quería fiesta, marcha, y el futuro parecía no poder promocionársela, y menos, un lunes.

 

05/12/2012  17:51 PM

 

“Tu cualidad es la persuasión, a nivel mayor
El mundo en espera, de una falsa protección
Mismo fuego que... calienta
Mismo fuego que.. te quema, te quema”

 

-¿Pronto?-Dijo Paris descolgando el telefono mientras salia por la puerta de la verja del isntituto.

-Paris, soy yo.

-¿Que tal Dominique?

-Bien, te llamaba por que hoy voy a celebrar uan fiesta, en el Tentation, Passion, et Feu, y te vienes.

-Me encanta como decides tú por mi-comentó Paris entre carcajadas mientras se ajustaba la mochila.-¿Quienes van?

-Pues todos.

-Con eso no me concretas gran cosa.

-Lo sé, pero así te vienes igual. Ponteme guapo anda, a las nueve en la puerta del TPF, ¿Ok?

-Esta bien, pero estaré poco, que mañana algunos trabajamos.

-Si, bueno, otros no nos hace falta-Comento socarronamente. Dominique, era hijo de un magnate inmoviliario, y la vida le habia sonreido en muchos campos, era alto, guapo, rubio y de ojos azules. El prototipo de las chicas. Pero ninguna chica era el suyo.

-Ya, bueno, estaré allí. Cuidate. Ciao

-Ok, te espero, y no te me despidas en italiano, soy frances.-Rió colgando.

            Paris miro el reloj del telefono. Eran las seis, disponia del tiempo más que suficiente para ir a casa, ducharse, conectarse a las redes sociales y cenar. Y eso iba a hacer.

           

 

 

Al llegar a casa sobre las seis y media, Paris saludo a su hermana pequeña, la cual jugaba en la habitación, tirada en el suelo, pintando un cuaderno de ceras y a sus padres que estaban en el comedor con la television encendida y en sus respectivos portatiles.

Entro en su  habitación y tiro la mochila en la cama. Tenia sobre dos horas y media para arreglarse y arregarlo todo. Encendio su ordenador de mesa colocado sobre una mesa que hacia esquina. Su habitación sería cuadrada, si uno de los lados de esta no fuera circular. En esta parez tenia montado un compacto altar musical, con sus tres guitarras en pedestales y sus respectivas fundas cerca, un amplificador grande, un piano, un violin y dos pies de micro con sus respectivos micros. Todo aquello recordaba que le habia costado mucho trabajo conseguirlo, muchos meses trabajando a doble turno para poder comprar cada uno de los componentes de su equipo, e intentar salir a delante con  su grupo. Fué una suerte, pensó mientras rebuscaba en su armario algo para ponerse, justo cuando Temptatĭo tocó en el Tears in Heavens, consiguió el empleo en el mismo local, lo cual le reporto un buen aumento de sueldo, además de contactos con el dueño, el cual les ofrecía siempre ofertas para tocar y les alquilaba su estudio. Ya que el dueño del Tears in Heaven, era un músico profesional, había sido guitarrista y tenía paralelamente, un gran estudio musical con salas de ensayo, de los mejores de Paris.

Ya lo había encontrado, pensó mientras miraba la ropa puesta sobre la cama, había sacado del armario una camisa blanca, una corbata delgada negra y unos vaqueros oscuros. Si, pensó, eso y las zapatillas bajas ya le llegarían. Con tal no tenia pensado pasar la noche allí, no estaba para fiestas, y menos después  de dormir tan poco debido a aquella pesadilla. Paris se fue a duchar, y luego vestido ya para salir, se tomo un capuccino.

-Mama, llegaré pasadas las diez.

-Vale hijo, recuerda llevar llaves, y no hagas ruido cuando llegues.

-Si mama. Ciao. Ciao papa.

-Chao hijo-Se despidió su padre levantando la cabeza del proyecto que diseñaba en el ordenador.

 

 

 

-¡Paris!, como siempre,  llegas antes de la hora.-Comentó Dominique mirando como en su telefono daban las ocho y treinta y nueve mientras se hacercaba a Paris desde la puerta del TPF.-Pasa para dentro, que ya va a empezar a calentarse el ambiente. Vamos-Mandó Dominique tirando de Paris hacia dentro del TPF. Este, era un local de moda juvenil. Tenia una gran barra donde hasta cinco camareros serbian las continuas peticiones de un aforo para cien personas. El local, estaba acabado en azulejos y paredes negras, iluminados por tubos de neon, que le daban una atmosfera bastante envolvente y salvaje. Dominique llevó a Paris a la barra para pedir algo.

-¿Que quereis?-Pregunto la camarera.-Ostia, Paris, ¿y tú aquí?

-Nada, me ha invitado este especimen que ves aquí.-Respondió riendose.-¿Que tal todo Adèle?

-Bien, aquí, currando.- Adèle era una chica de dos años más que Paris, alta y delgada, de tez clara y pelirroja, que había conocido precisamente en el primero concierto que dio con su grupo, cuando ella comenzó a corear una canción que el cantaba.-Bueno, ¿que os pongo?

-Dos cubatas-

-Dominique, no bebo alcohol. Ya lo sabes.

-¿Aun sigues así?-Pregunto riendo.-Bueno, pues que sea uno para mi y aguita para el pez jajajaja

-Para mi ponme algo de limon Adèle.

-Enseguida chicos.-Respondió yendo a por las bebidas.

-Bueno, ¿y a quien invitaste?

-Ya te lo dije, a todo el mundo jajaja

-¿Y quien es todo el mundo? ¿No invitarías a mi ex? No quiero verla ni en pintura después de todo lo que hizo.

-Como voy a  invitar a Amaia, si ni siquiera nos hablamos desde lo vuestro. No, invité a gente del isnti y amigos del equipo.

-Tomar vuestras cosillas.-Dijo Adèle colocando en la barra las bebidas de cada uno.

-Gracias Adèle.-Respondió Paris mientras esta regresaba a sus tareas. El local ya empezaba a llenarse, y la fiesta a comenzar.

 

            Dominique comenzó a ver como se llenaba el TPF y a saludar y presentar a Paris a la gente. La música sonaba muy alta, el alcohol comenzaba su carrera por las venas y arterias de muchos de los allí presentes, y las luces comenzaban a parpadear creando el ambiente perfecto, para tentaciones, pasiones y fuegos.

 

05/12/12  21:53 PM

 

            A Paris siempre le gustaban aquellos baños, pensó mientras se miraba en el espejo del baño masculino del TPF. Eran unos baños negros y con neones azul, en contraposición con el rosa del femenino. No sabía por que, pero le gustaban, eran oscuros y relajantes.

-Perdón, me confundí.

-¿Pero que haces aquí, este es el baño masculino?-Preguntó Paris mirando a Anethe en el reflejo del espejo y dándose la vuelta. Anethe llevaba una camiseta floja, y unos vaqueros ajustados. Como se esperaba, el único que había llevado algo menos informal a la fiesta, era él, con su corbata y su camisa blanca

-Nada, te estaba buscando.

-¿A mi? ¿Para? Pero aun así, entrar en el baño de los chicos.

-Si,  a ti jaja ¿para? Buena pregunta…-Dijo acercándose a él con la mirada fija en sus ojos.- Hay que correr riesgos.

-Eh…  ¿riegos para que?-Preguntó nervioso Paris, intentando que Anethe soltará su corbata.

-Riesgos para…-Anethe le hizo un gesto con la lengua, que hizo que Paris torciera el gesto.

-No hagas eso por favor Anethe.

-¿Por? ¿Acaso te gusta?

-Anethe por favor, somos  amigos, y no esta bien.

-¿El que no esta bien? Podemos ser amigos igual.-Dijo mientras intentaba que su lengua corriera por el cuello de Paris.

-¡No!-Exclamó separándose de ella, y sin darse cuenta arrinconándose más contra la pared.-Por favor, Anethe, deja de tentarme.

-Jaja “tentarte”. Estamos en el lugar ideal para eso.

-Anethe, por favo …

-No pasa nada.

-Si pasa.-Exclamó Paris mientras ella se acercaba a pocos centímetros de su boca.

-¿Qué es lo que pasaría?

-Que la única manera de superar una tentación es caer en ella.

-¿Y que tiene eso de malo?

-…

-Mmm… Tentación, bonita palabra, ¿Qué significa eso para ti Paris?-Pregunto acercando sus labios a escasos centímetros de los de Paris. Él podía sentir el aliento de ella, el calor. Su corazón latía  a mil por hora.-Tentación…Mmm…Para mi sería algo que te pierde, que puede a todos tus sentidos y que te vuelve completamente loca hasta que lo consigues, algo con lo que es muy fácil obsesionarse... una mezcla entre dulzura y pasión.....

-Si, algo así. Por eso es mejor que no me tientes. Me atraes, pero estoy enamorado de Alexis.

-¿Y? Esto es solo un juego,-dijo haciendo el amago de morderle el cuello, a lo cual Paris intento zafarse.-…nada más que un dulce juego.

-Anethe, quien juega con fuego se puede quemar…

-No nos quemaremos.-Sentenció mientras su lengua entraba en contacto con la de Paris. Habían abierto una puerta que les costaría cerrar. Comenzado una partida como las del Monopoly, en la que al final, uno siempre acaba arruinado.

-Anethe, par…-Intentó pronunciar Paris pretendiendo separarla, pero no pudo. Anethe le levanto la camisa e introdujo sus manos bajo ella. Paris sintió que estaba descontrolándose, que no podría con esa situación, que se estaba dejándose llevar. Y eso hizo, perdió el control. Sus manos fueron directamente al  vientre de Anethe y le levantaron la camisa para meterse por debajo. Mientras tanto, su lengua seguí haciendo hueco en la boca de Anethe. La temperatura en ellos iba subiendo, cada vez más y más. Anethe se separo unos centímetros mordiéndole el labio.
-Mmm…Paris…-Dijo jugueteando con la lengua para que Paris la viera.

            Sin tener conciencia de ello, Paris la atrajo contra si, y comenzó  a besarla, ella le mordió la lengua mientras una de sus manos iba directa a la entrepierna ya endurecida de Paris y la otra le abría la camisa. Paris sintió con el mordisco como cada poro de su piel se dilataba, cada átomo de su cuerpo, cada músculo. Y sus manos encontraron el camino del vientre de Anethe a su intimidad.

Ambos estaban envueltos en un torrente de pasión ciega. Se movían de un lado para otro, cambiando entre ellos sus espaldas contra la pared. Anethe sabía como excitarlo, sabía como hacerle desinhibirse de todo. Era como había dicho una mezcla entre dulzura y pasión y no podían parar. Paris la oyó gemir al introducir su mano bajo la ropa interior de ella. Anethe agarro el miembro de Paris y dejándolo de besar le mordió el cuello. Paris sintió un calambre en todo el cuerpo, acababa de apretar un botón en él, un botón que era peligroso presionar, y ella se dio cuenta. Paris la cogió en peso y la puso en la pila del lavabo, mientras le quitaba la camiseta… 

 

6/12/12 8:21 AM

 

Paris contemplaba el mordisco que le había dejado Anethe, frente al espejo de la ducha, a través del denso vapor.

-Hijo, nos vamos.

-Vale mama… buen día.

-Gracias hijo ¿Vienes a comer?

-Si, sobre las tres.

-Vale hijo, cuídateme.

-Si mama. Ciao.

            Paris se quedó un tiempo quieto, bajo la ducha, mirando el maratón producido por la  pasión de Anethe en su clavícula. Aquello había ocurrido realmente. Su pesadilla fue una advertencia y no supo entenderla. Mil preguntas rondaban por su mente. Estaba confuso. Había caído bajo el velo de la tentación y todo por un instinto, por pasión no por amor. Que podía hacer ahora. Se sentía mal, sucio. En su mente apareció Alexis.

 

6/12/12 8:34 AM

 

Anethe se levantó de la cama apartando las mantas que cubrían sus largas piernas desnudas. Había llegado tan extasiada y cansada a casa que no se había puesto el pijama. Su sueño se habría echo realidad hacía unas horas. Unas horas que había soñado con esa realidad, que la había repetido varias veces en su imaginación onírica, modificando momentos y soñando que pasaría si hubiera echo esto o aquello. Si hubiera llegado más allá. Si no hubiera parado a tiempo. Solo de pensarlo Anethe notaba que la embargaba una intimidad húmeda. Paris despertaba en ella una parte salvaje, una parte primaria de deseo. Solo eso. Deseo. Deseo de placer, de compañía. Ella estaba enamorada de su ex, pero aun así, quería seguir con aquel juego que había empezado con Paris. Acabar la partida. Después de todo,  un juego solo es un juego, y mientras esperaban a los dueños de sus corazones, por que no divertirse…

 

 

 

6/12/12  10:41 AM

-Paris.

-¿Si jefe?

-Ven un momento.-Le indicó para que fuera al almacén con él.

-Enseguida. ¿Vanessa quedas tú?

-Sin problema.-Respondió sonriendo mientras Paris se dirigía al almacén.

-¿Si jefe? ¿Qué ocurre?

-Nada, nada. Estuve planeando el concierto de año nuevo de todos los años, para la madrugada del uno de enero. Y pensé que Temptatĭo, podría ser la espina dorsal de dicho concierto.

-¿Lo… dice en serio?.-Paris no podía creerlo. Normalmente, Temptatĭo tocaba en conciertos y demás, pero no en eventos especiales como la famosa fiesta de fin de año del Tears in Heaven. Podría ser una gran,… sería una gran oportunidad para ellos, pensó Paris. A aquella fiesta asistía mucha gente y ente ellos, músicos reconocidos, cazatalentos y accionistas de casas discográficas.-No sé que decir, es…-Paris no se contuvo y le dio un efusivo abrazo a su jefe.

-Jaja… ambos sabemos que os lo merecéis, sois la nueva promesa de Paris. Así que, ¿qué dices? Obviamente tienes tiempo para hablarlo con el resto.

-No sé preocupe, claro que queremos. Faltaría más. Dejaremos la maqueta de lado y empezaremos desde ya a prepararlo. ¿Cuanto tiempo es nuestro?

-Pues serán dos horas en global, y vosotros tendréis la primera hora de la madrugada. Cuando ya estemos a los topes.

-Muchas gracias por esta oportunidad jefe.

-No las des Paris. Sé que en cuanto anuncié vuestro concierto empezaran las ventas anticipadas de entradas.-Comentó riéndose.

 

6/12/12 12:40 AM

 

-Hola Alexis.

-Hola, ¿Qué tal?

-Bien.-Contestó Paris tras la verja, con una enorme sonrisa pintada en su cara-¿Y tú?

-Jaja se te nota muy alegre ¿Qué ocurrió? Yo bien, ya hablamos ayer, tranquilo.

-Pues que Temptatĭo, tocará en la fiesta de año nuevo del Tears in Heaven, y no de teloneros, si no de espina dorsal, es decir, aun por encima cobrando. Y estoy tranquilo, pero quiero verte sonreír.

-¡¡Wow!! ¡Que bien! ¡Yo quiero ir a veros!- En ese momento, llegaron el resto de amigos de Paris y se unieron a la conversación.

-¿Qué pasó?-Preguntaron varios.

-Que Temptatĭo, será el grupo para abrir el año en el Tears in Heaven.-Exclamó Alexis como vendiendo una gran exclusiva.

-¿¡Qué!?-Exclamaron al unísono, todos.

-Si, jaja-rió Paris- algo así, me lo acaban de ofrecer.

-Aceptarías al instante-Apuntó Angélica, aun de las amigas más intimas de Paris, con dieciocho años, y enamorada de él.

Efectiviriwonder!-Exclamó Paris riendo.

-¿Y preparas alguna canción nueva?-Preguntó Alexis intrigada.

-Bueno, pues incluiremos alguna de la maqueta que estamos grabando y … no sé jaja pero sin duda será una noche eléctricamente mágica.

-Yo me apunto también. Dijo Anethe la cual acababa de llegar y oír media conversación. Ella y Paris intercambiaron una mirada, la cual pasó inadvertida por el resto, pero ambos entendieron el significado. Solo fue un juego y se ha de guardar en secreto.

6/12/12  16:58 PM

-¿Anethe, a donde vas?

-Voy a dar una vuelta-Respondió ante la pregunta de Abir, el cual mirándola en minifalda no admitía que se vistiera con tan poco respeto a su dios.

-Controla lo que haces-Anethe no supo si el tono era una advertencia o una amenaza, pero le dio igual, asintió y salió por la puerta cerrándola tras ella. Estaba harta de que sus padres adoptivos fueran tan…tan insoportables. Querían que fuera como ellos, tan religiosos, tan cerrados y tan puritanos. Los odiaba casi tanto como ellos a ella.

 

6/12/12  19:45 PM

 

            Paris salió de la última hora de clase del martes. Encendió su smarthphone para ver si tenía alguna llamada. Pero no. Decidió dar una vuelta, antes de ir a casa. Tenia ganas de pensar. Lo necesitaba, se dijo cuando salió por la puerta de la verja del instituto.

-Hola.

-¡Anethe!-Exclamó Paris algo asustado.-¿Qué…? ¿Qué haces aquí?

-Naaada. Estaba dando una vuelta, y mira por donde, te encontré. Es el Destino.-Comentó guiñándole un  ojo y dándole un beso en la mejilla.

-No creo en el Destino.-Respondió tajante Paris.-Tengo que irme. Ciao

-No, acompáñame.-Dijo Anethe cogiéndole la mano y echando a andar.

 

 

 

            Paris no sabía que hacer, una parte de su interior le decía que no podía continuar con aquello, que la soltara y se fuera. Pero otra parte, oscura y escondida, le decía que siguiera hasta el final, que acabara la partida que habían comenzado en el baño del TPF.

            Anethe lo había conducido a unas escaleras cubiertas, de un patio interior y se sentó en ellas tirando de él, para que se sentara a su lado.

-¿Anethe, qué es lo que buscas? ¿Qué quieres?

-Ya te lo dije Paris, solo es un juego-respondió ella acercándose a él.-nada más que un juego. Un dulce juego.-Manifestó entrándole sin preámbulos. Sus dos lenguas se encontraron en la boca de Paris. Él pudo sentir la fuerza de Anethe, el deseo en ella, en este contacto. Notó como las manos de Anethe penetraban bajo el yérsey que llevaba y como abrían hueco entre el pantalón y la camiseta para tocar su piel, sus abdominales. Paris la apretó por la espalda contra el. Sintió los senos de ella chocar contra su pecho, y como estos comenzaban a endurecerse. Estaban otra vez cayendo en aquella espiral de pasión, de tentaciones, de ardor y de deseo, que les hacia perder a ambos la conciencia y el control sobre sus cuerpos y pensamientos…

-Esto no puede seguir así.-Dijo Paris separándose de ella y levantándose y apoyándose de brazos cruzados contra la pared.

-¿Por qué no?-Preguntó acercándose a él y abrazándose a su cuerpo.

-Porque esta mal. ¿Qué estamos haciendo? Tengo veintiún años.

-Estamos jugando,-indicó Anethe tentándole con la lengua en los labios entreabierto de él.-nada más que eso. Disfrutando del tiempo, dando rienda suelta y cogiendo de la vida lo que queremos para saciar nuestra sed. Eso no tiene nada de malo. Y yo tengo diecisiete, y eso no importa. Puedo comportarme y saciarte como una de veinte.-Respondió rozando con su mano la entrepierna de este.

-No…-Paris le agarro la mano y con un movimiento ágil mientras le mordía la lengua, se desabrocho el cinto e introdujo la mano de Anethe en el interior de su pantalón. Ella apretó fuertemente con su mano lo que se comenzaba a poner duro en ella, mientras que con la otra, llevaba la mano de Paris bajo su camisa y se desabrochaba el sujetador, para que Paris pudiera jugar sin barreras. Paris introdujo su otra mano bajo la cintura de Anethe y noto como las piernas de ella comenzaban a temblar por la excitación. Había algo que los unía, algo que a pesar de corromper el adjetivo, sería denominado mágico. Una fuerza que los dos sentían. Una atracción puramente química, primaria, carnal, sensual.

            Anethe se acerco, con la intención de provocarlo, al oído de Paris para gemir del placer y de la excitación que sentía en su cuerpo. Paris no pudo resistir aquella provocación tan sensual. Aquel gemido cargado de placer lo excitó más aun. Ambos estaban al límite, iban en un tren, de única dirección, sin retorno, y esta era la última estación para bajarse antes de llegar a la última parada.

-Será mejor… que… paremos.-Sentenció Paris besándola entrecortadamente.

-Si…es…si…-Dijo Anethe con la respiración interrumpida por la excitación mientras seguía besándole y agarraba con fuerza el miembro de Paris.

-Entonces…-Intento decir, pero Anethe le acababan de morder la lengua y acto seguido metió la cabeza bajo la camisa de Paris y con su lengua recorrió su pecho hasta la entrepierna.-Anethe…-Anethe se paro gracias al cinto, pero sus dos manos penetraron más allá del pantalón de Paris, haciéndole sentir una enorme presión en su interior.-Para…-Pidió Paris sacándole las manos de su pantalón, a lo que ella contesto lamiéndose los dedos.-Estamos en el borde, es mejor parar ahora.

-Vale…-Dijo Anethe recuperando la respiración y mordiéndole el labio.-¿Me acompañas a casa?

-Si… Venga, vamos.-Respondió Paris acomodándose la ropa y cogiendo su mochila.

 

7/12/12  8:08 AM

 

Anethe estaba frente al espejo, tras ducharse, desnuda. Se miraba en él, sin verse. Estaba pensando en Paris, en lo que ocurría entre ellos, en aquel juego de tentaciones y deseos. Realmente Paris conseguía despertar en ella toda su sensualidad, con un simple beso, con un gesto de su lengua, con acercarse a unos centímetros de su boca o de su cuello, se sentía atrapada como un cometa alrededor del campo gravitatorio de un planeta. Y estaba seguro que a él le pasaba lo mismo. Al igual que estaba segura que como a ella, cuando caían en las mutuas tentaciones, sus corazones se apagaban, y dejaban de pensar en sus dueños, dejándoles llevarse por la piel y el deseo. Sus corazones amaban a otros, pero no por su culpa debían pasarlo mal ¿Acaso ellos habían elegido a quien amar? pensó Anethe vistiéndose frente al espejo. Claro que no. Ella seguí enganchada a su ex, y por lo que sabia, Paris estaba enamorado desde hacia un tiempo de su mejor amiga. Ellos no habían elegido aquella situación, y no era justo que mientras esperaban a que sus corazones fueran correspondidos, o mientras se cuarteaban día tras día, por que no podían gozar de la vida.

          

7/12/12  9:45 AM

 

-Hola, ¿qué les pongo?-Pregunto amablemente Paris a una anciana con actitud muy seria de unos sesenta años que se sentaba frente a un hombre alto de nariz aguileña.

-Para mi un baso de agua-Dijo, o mas bien mandó el hombre. En su voz se detectaba una agresividad que a Paris le resulto bastante violenta.

-Yo un zumo natural joven.

-Enseguida.

 

7/12/12  17:52 AM

 

Anethe llevaba casi dos horas, frente  a la pantalla del portátil, tirada en su cama, conectada a una red social, esperando que Paris se conectara. Quería hablarle. Necesitaba tentarlo por Internet incluso. Se había convertido en una obsesión. Una obsesión que la encendía por dentro y no quería dejar. Pero Paris no sé conectaba y ella no podía salir de casa pues estaba “haciendo los deberes” que Abir le ordenó.

 

7/12/12  20:21 AM

 

-Hola mama.

-¿Qué tal hijo? Tienes cara de cansado.

-Mio fratello ha un volto stupido

-Pero...-Protesto Paris al oir a su hermana.

-Jajaja hijo, no se lo tengas en cuenta, esta aprendiendo, a ella le es bastante dificil cuando todos hablan en su entorno frances. Cariño, cansado  se dice: stanco.-Le corrigió su madre.

-E se ho una faccia stupida, tu sei una principessa brutta.-Le chinchó Paris echandole la lengua.-Bueno, me voy  a mi cuarto, que tengo que estudiar.

-¿No vas a cenar Paris?

-Si, pero me tomaré solo un cafe, nada más.-Contestó Paris llendose a su cuarto y cerrando la puerta tras él. Dejó la mochila en un lado, apoyada contra la pared y encendió el ordenador de mesa que tenia al lado. Mientras este se encendía, se acerco a su guitarra electrica, una Les Pual azabache. Le acababa de llegar un rayo de inspiración. Cojió unos cascos que tenia colgados en la parez y los conecto al amplificador. En otro enchufe introdujo el jack de la guitarra conectando el otro extremo a esta. Se la coloco con la correa y encendio el amplificador colocandose los cascos de seguido. Se le habia ocurrido una letra para una canción. Una letra que podría llegar a ser bastante polemica. Se acerco al ordenador y abrió con un click el navegador programado para iniciar la aplicación de una red social de moda y con otro click un documento en blanco de Word. El titulo le vino al instante con un coro y lo escribió. En menos de treinta minutos tenia la letra y la melodia de guitarra compuesta.

            Se conecto a la red social y le envio un mesaje a todos sus compañeros del grupo para quedar el Sabado en el estudió, adjuntandole la letra y la melodia de guitarra de la canción. Diciendoles que mañana les enviariala pista vocal. Y comentandoles la idea de preparar esa canción para el concierto en el Tears in Heavens. Así como envió los mensajes, una ventana de chat pitó en su ordenador. Era Anethe, saludandolo:

 

-Hola Paris ;)

-Hola Anethe, qué tal?

-Bien. Estoy comiendome un yougurt y pensando en tu lengua ;)

-Eh...

-No te gustó lo de hoy? Parecias disfrutar mucho

-Si me  gusto, y si disfruté, pero... No sé si estamos haciendo bien.

-Xk no¿? ambos sabemos que solo es un juego y disfrutamos con ello

-ya

-tengo ganas de morderte la lengua, imaginatelo. La meterias en mi boca y te la mordería como hoy. Te gustó

-DIOS!-Paris sabía que aquello le habia puesto mucho, le encantó que ella le mordiera la lengua a la vez que la mano de Anethe jugaba en sus pantalones-No podemos hablar de otra cosa¿?

-Si, pero no te gustaría tanto, en el fondo te encanta que te tiente. A que si? Imaginate que estoy encima tuya ahora, mordiendote el cuello, mientras desabrochas mi top rojo ;)

-Uff!! Esto, para...-Que estaba diciendo, no queria que parara. Aquel juego le gustaba. Anethe era capaz de hacerle olvidar todo, aislarse como si viviera una doble personalidad. Una personalidad que era solo fruto de la pasión y el deseo.Y Anethe sabia como despertar eso en él.-

-Venga Paris, tientame. Si puedes ;P

-Eso es lo que quieres? Puedo hacerte arder con solo palabras

-Eso quiero verlo ;P

-Bien, imaginate que estoy ahí, que mi lengua juguetea con la tuya, luego con tus dedos, y mientras mis manos van al lugar exacto donde esta el control de todos tus impulsos...

-Uff!! Sigue, dime más!!

-Haría que...

 

 

 

8/12/12  4:03 AM

 

-Buff!! Me has puesto mucho Paris. No sé como lo haces, pero me tienes a 100…

-Y tú a mi…

-DIOS! Y ahora tengo que irme para cama.  No voy a poder dormir así. Quiero que me toques para que veas como has conseguido ponerme.

-Uuff!! Estoy que no aguanto. Tengo que irme a dormir, que mañana trabajo.

-Ya… Y en el fondo no quieres irte, lo que quieres es probarme

-…tengo que irme.

-Ok, mañana a que hora sales del insti?

-A las siete y cuarto, pero…

-Te esperaré donde hoy, en las escaleras ;) Duerme mucho y sueña conmigo haciendo…

 

8/12/12  8:51 AM

 

-Paris, hijo.

-¿Si…?-Paris estaba en la cama, la cual parecía haber presenciado una batalla.

-Son casi las nueve, hijo.

-¡¡Cazzo!!-Escupió Paris incorporándose en la cama. Tenía menos de media hora para ducharse, vestirse, desayunar e ir a trabajar.

-Hijo, nosotros vamos a llevar a Maria. Cuídate hijo.

-Si mama, ciao.-Paris se levantó rápidamente y se metió en la ducha. Para su pesar, no podía disfrutar de ella, pues tenía prisa. Se vistió y tomó un café rápidamente para llegar a tiempo al Tears in Heaven. Cogió las llaves y salio, colocándose la cazadora, por la puerta de casa.

 

8/12/12  12:01 PM

 

-Paris, vete a atender la mesa de la terraza.

-Enseguida jefe.-Respondió Paris acabando de recoger en la bandeja el contenido de una mesa ya desierta. La terraza del Tears in Heavens no era muy grande, solo tenia unas 7 mesas colocadas en una montura de parqué. Y aquella mañana cuatro de aquellas mesas se habían llenado aprovechando el sol de Diciembre que sin avisó calentaba aquellas fechas antes de Navidad.-Buenas, ¿que les pongo? –Paris se quedó petrificado. En aquella mesa estaba El hombre del otro día, de cara seria y de pocos amigos, y la anciana, y en medio de ellos Anethe. Paris no pudo controlar su expresión de sorpresa, Anethe se dio cuenta de ella y le envió una mirada que Paris percibió como una tentación, de la que se cercioro ser así al ver como Anethe golpeaba internamente en su boca, con su lengua un pómulo.

-¿Joven, esta bien?-Preguntó la anciana señalando lo pálido que se había quedado.

-Si… si señora. ¿Qué desean tomar?

-A mi un agua del tiempo.-Pidió el hombre con rostro severo y voz imperativa.

-A mi un zumo natural de naranja joven.

-¿Y usted señorita?-Preguntó Paris a Anethe mientras sin darse cuenta como la bandeja se le había casi inclinado al desconcentrarse.

-Pues yo…Un chocolate con churros. Calentito y con churros grandes-Pidió ella coquetamente, mientras pronunciaba cada palabra con sensualidad-y calentitos.

-Enseguida les traigo todo.-Esa fue la respuesta apurada de Paris, antes de darse la vuelta y volver a la barra.-Vanessa, Agua mineral del tiempo, zumo natural de naranja y chocolate con churros... bien caliente.

-Enseguida Paris.

Paris estaba dándole vueltas, ¿Qué hacia allí Anethe? Ella debería estar en el instituto. ¿Como? ¿Por qué había ido allí? Entonces aquel hombre con voz amenazadora, era su padre. Como se llamaba…A…Andel…Abir. Si eso era Abir y la anciana debería ser su abuela.

-Aquí tienen.-Indicó Paris acabando de colocar en la mesa el chocolate y los churros de Anethe.-¿Quieren algo más?

-Si por favor-dijo Anethe-¿Me puedes indicar donde esta el baño?-Preguntó levantándose.

-…Por supuesto-Respondió Paris-Frente a la barra, hay un pasillo, el de la izquierda, es el femenino, tiene la puerta negra y rosa.

-Gracias.-Comentó Anethe dirigiéndose hacia el delante de Paris. El cual, iba en la misma dirección cara a la barra. Al llegar a la barra y colocar en ella la bandeja, Paris se dio cuenta de que Anethe estaba en la entrada del pasillo de los baños, haciéndole un gesto para que fuera. Sin saber por qué, siguió el gesto y fue tras ella.

-Has venido por tu voluntad-Comentó Anethe pícaramente, lamiéndose  el labio con sensualidad.

 

 

 

 

 

 

Tentación® es una obra registrada por Kevin Alonso Márquez en el depósito legal del Rexistro Xeral de Pontevedra. Ligado con ello a los derechos de autor. Por tanto cualquier copia, distribución o reproducción total o parcial de la obra sin consentimiento escrito del autor corresponde una violación de los derechos de autor tipificados en la ley.

Kevin Alonso Márquez