Eclipse(1)

-¡Ca! Apura, que ya empieza.

-Voy, voy.-Dániel llegó corriendo y se sentó sobre la toalla que cubría una amplia porción de césped. Eran sobre las diez de la mañana, y habían preparado todo para ir al monte a ver aquel espectáculo. Decidieron llevar lo necesario para hacer un picnic con sándwiches mientras miraban el eclipse. María se colocó entre las piernas abiertas y estiradas de Dániel, y este la abrazo por detrás. Ambos se colocaron las gafas que habían comprado el día anterior en una óptica para ver el eclipse. 

               El cielo comenzaba a oscurecerse gradualmente, y los rayos de un sol joven y radiante empezaban a apagarse. Aquella visión era realmente extraordinaria. A través de las gafas podían ver como el sol y la luna se transponía uno sobre otro. Como bailando una danza lenta que los iba colocando a uno sobre el otro; como una pareja de amantes llevada por la pasión.

-Qué lindo…

-No tanto como tú.-Declaró Dániel a la vez que el eclipse concluía.

-¡Qué tonto eres!-Exclamó María girándose sobre sí y mirándolo a su espalda.

-Sí es “tu tonto” me vale.-Sentenció Dániel acompañando sus palabras con un beso, el cual los unió y fundió en uno, deteniendo el tiempo y dando rienda suelta a la pasión sobre aquella toalla, al amparo de las cenizas de un eclipse que avivó su amor…