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A pesar de no tener título para esta historia,  escrita en las noches aprovechando el insomnio, ya ocupa más de cuarenta páginas. De lo que creo, es una buena historia. Y entre sus hojas, sus protagonistas; Dániel y Sophie, viven momentos como el siguiente, uno de los cuales me hizo recordar una vivencia personal y no pude resistirme a compartirlo con vosotr@s

 

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-¡Esto es un atraco!-exclamó ella clavándole en la espalda su dedo índice, a modo de pistola-dame todos los besos que lleves encima.

            Dániel no pudo evitar soltar esa sonrisa que tantas veces ella le producía, junto con una lagrima, fruto del recuerdo, a la vez de girarse sobre si mismo, para besarla profundamente, en medio de la oscuridad que reinaba en el salón de actos...